Capitanía General de Sevilla
Ocupa el cuerpo central de la Plaza de España desde 1937, para dar cumplimiento al Real Decreto de 24 de marzo de 1931 sobre aprovechamiento de quince organismos públicos. Diseñado por Aníbal González en 1914 e inaugurado para la Gran Exposición Iberoamericana como Pabellón de España.
El acceso principal al edificio central o Capitanía General, se hace actualmente desde la fachada del Prado de San Sebastián.
Salón de actos. Teatro
En la primera planta, se encuentra un magnífico teatro, actualmente la sala se utiliza para conferencias, conciertos y otras actividades que organiza la Cátedra “General Castaños”.
Planteado durante la Exposición como Salón de Actos o Teatro, difiere en su aspecto decorativo de los criterios neo renacentistas que Aníbal González imprimió al conjunto de la Plaza de España. Destaca sobre todo una extraordinaria y espectacular vidriera circular que ocupa la parte central de la bóveda del teatro.
Centrada en la bóveda de este Salón de Actos, la correspondencia es de marzo de 1929, por tanto hacía dos años que Aníbal González había dimitido. Es por tanto una de las últimas obras finalizadas poco tiempo antes de inaugurarse la Exposición. La decoración del Teatro o Salón de Actos, la llevó a cabo el pintor Manuel de la Cuesta Ramos, quien posiblemente sin la presencia de Aníbal González, se permitió ciertas licencias personales en unos momentos en que el Art Déco estaba imperante.
El proyecto para instalar una vidriera artística en la bóveda del teatro del edificio central, se remonta al 13 de julio de 1927, sin embargo no se realizará el montaje de la misma hasta el mes de abril de 1929.
La colorista decoración, en una primera banda muestra heráldica de los reinos españoles de Castilla, León, Navarra y Aragón, y en una segunda el Toisón de Oro enmarcando el escudo del Rey Felipe V.
El espacio teatral sensiblemente elipsoidal, consta de patio de butacas y anfiteatro o piso alto, con una capacidad total de seiscientas butacas.
El escenario teatral se enmarca en un rectángulo en el que se abre un arco carpanel, cuyas enjutas acogen enfrentadas los rostros en relieve de unos personajes masculino uno y femenino el otro, enmarcados en sendos tondos de sinuosa ornamentación. El tambor que rodea la bóveda, ofrece una labor decorativa en yeso en el que figuran sucesivas ventanas, rectángulos y elipses, y sobre el tambor se aprecia una decoración pictórica a base de rectángulos que en sucesión ascendente disminuyen de tamaño.